Cuando leo o veo por ahí esos
locales llamados Librería-Café no puedo evitar que me invada la envidia.
Siempre me han gustado esos espacios donde poder aunar café, tranquilidad y
libros.
Y es que me he pateado la ciudad
entera y no hay nada que se le parezca, lo cual me entristece, yo soy de los
que me gusta escribir fuera de casa mientras tomo un café o cualquier cosa.
Por eso, cuando veo fotos de
algunas librerías-café de otras ciudades me imagino que aquí hubiera un sitio
parecido para poder recogerme allí y dar rienda suelta a mi imaginación.
Incluso a veces le he dado vueltas al coco para montar uno de esos negocios aquí,
pero a más de pensarlo un poco en frío, me doy cuenta que aquí, esos negocios
no tendrían futuro seguramente, no estoy convencido de que la gente aquí esté
preparada para un lugar así, aquí se es de fiesta, música fuerte y copeteo, no
hay cabida para la tranquilidad, las tertulias y la cultura.
Es una pena, pero por el momento,
así es. Quién sabe si algún día…
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